Los doce niños y su entrenador de fútbol que estuvieron atrapados durante dos semanas en una cueva en Tailandia participaron este jueves en una ceremonia en un templo budista después de que el miércoles les dieran el alta médica.

Les pusieron cuerdecillas blancas en la cabeza durante una serie de rituales para que tengan suerte y sean felices. También homenajearon al buzo tailandés que falleció durante la compleja operación de rescate.

La participación en esta ceremonia budista en el templo de Pha That Doi Wao, en la frontera con Birmania, se trata de su segunda aparición pública. Las autoridades tailandesas pidieron a los medios de comunicación que los dejen tranquilos durante un mes.

Según aconsejaron los psiquiatras, los niños deberían volver a la escuela y recuperar una vida normal lo más pronto posible.

Todos ellos salieron este miércoles del hospital y explicaron en una rueda de prensa cómo sobrevivieron sin comer y bebiendo sólo agua durante nueve días, sin ningún contacto con el exterior.

Estos jóvenes, que formaban parte del equipo de fútbol de los "Jabalíes salvajes, quedaron atrapados el 23 de junio y algunos de ellos no salieron hasta el 10 de julio de la cueva de Tham Luang, una de las más grandes en Tailandia.